¡Bienvenidos
damas y caballeros! A pedido del público, les traemos la primer
parte del análisis del programa que reseñamos en la entrada
anterior.
Damos por comenzado el análisis del
primer bloque del programa en cuestión.
Empecemos por el principio. El juego del que
habla el primer joven que sale en el documental es
este, pero no he podido encontrar la carta de la que habla, si alguien la encuentra, haga el favor de compartirla.
Vamos ahora a lo que plantea, no aclara
que son los juegos de rol ni tampoco cuenta que están hablando de un
setting en particular, simplemente dice que los hombres-lobo “tienen
una conexión muy fuerte con Gaia, la Tierra y su misión es
salvarla del Apocalipsis”. Desde el principio pasa sin mirar atrás
de hablar de hombres-lobo mitológicos a cruzarlos con hombres-lobo
de
Mundo de Tinieblas y ni siquiera le pidamos mucha
más precisión al caballero que esta “plenamente convencido de que
es un hombre-lobo” pero jura que eso no influye para nada en su
forma de relacionarse con las personas y que tiene para con la gente
una función humanitaria y didáctica.
Como dijo la fantástica Angua von
Überwald* “el problema no es ser vegetariano de día, es ser
humanitario de noche”. Pero quedénse con esta convicción
lobuna, que más adelante regresaremos a ella.
El narrador vuelve a mezclar a los
hombres-lobo de la mitología con los de Mundo de Tinieblas ya esta
altura, el que no sepa de que se trata el tema puede pensar que los
practicantes de juegos de rol o deliran o que este en particular
tiene una muy rara forma de expresar metáforicamente su condición
de noctámbulo y enamorado de la luna.
Luego seguimos con Jorge Arango, o como
muchos de ustedes lo conocerán “el de la corbata”, que tiene
unido a su nombre el título de “Master Juego de Rol” tal como se
aprecia en la pantalla.
Utilizar cosas aprendidas durante los
juegos de rol es una cosa, pero más de una persona se ha quejado
ante el hecho de que por más que te compenetres en un juego,
comparar lo que ahí pasa con situaciones de stress fuera del mismo,
es un poco mucho.
Volviendo al señor de los
hombres-lobo. “El jugador de rol puede cambiar de personalidad cada
vez que quiere”. Esto es un error más grande que un dragón rojo
en tacos altos. Pueden encontrar muchas definiciones de personalidad,
pero eso no es lo que alguien que actúa, ya sea jugando rol o
participando en una obra de teatro puede cambiar, uno puedo
transformar sus manierismos, modificar su tono de voz, imitar un
acento y otras cosas, pero no puede inmediatamente volverse fóbico
al agua, ser un clérigo fanático de un dios o poseer nervios de
acero.
Este aparentemente sencillo comentario, puede hacerle
creer a mucha gente que efectivamente los juegos de rol pueden, no
influir sino directamente CAMBIAR la personalidad del jugador y eso
cuando menos, puede hacer que cualquiera los mire con malos ojos y
hasta crea que es cierto.
“¿La magia existe en la mente de los
jugadores o realmente tienen ellos el poder para pasar a otros
mundos?” pregunta el narrador.
No señor narrador, créame que si
existiese alguna manera de viajar entre planos o abrir portales a
otras dimensiones le aseguro que después de ver este documental un
colosal grupo de gente se habría puesto a recaudar las suficientes
monedas de oro como para encargarle un trabajito a los muchachos de Bregan d'Aerthe.
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"Hacemos descuentos por grupos, y tenemos miércoles 2x1." |
“Realmente el Quijote es el primer
personaje que juega al rol, actualiza lo que había leído.” Dice
el semiológo Rodrigo Argüello.
Cualquiera que haya leído la novela,
puede decir tranquilamente que don Quijote no jugaba rol, no actuaba,
no interpretaba personaje alguno, estaba plenamente convencido de ser
él un caballero, amar a una dama de noble cuna y de que unos
inofensivos molinos, eran terribles gigantes. Justamente tan
convencido esta que cuando es derrotado por el “Caballero de la
Blanca Luna” y este le pide que renuncie a su pasión aventurera,
prenda que le impone por haber perdido en un combate, don Quijote accede, porque su
honor como caballero le impediría continuar siendo uno, luego de que
esta pena le haya sido impuesta por quien lo venció. Don Alonso
Quijano nunca jugó a ser don Quijote, sino que insistió en
“serlo”, en vivir su vida como un caballero andante y en
“deshacer
entuertos, prodigar el
bien y evitar el mal” (causando más de una vez más problemas que
otra cosa), lo cual en nada puede compararse a jugar unas horas a ser
un paladín, derrotar a un rey-brujo y subir de nivel en la comodidad
de una casa o un club. Imaginar
es una cosa y alucinar es otra.
De modo que si
alguien encuentra en que parte de “El ingenioso hidalgo don Quijote
de la Mancha” o en su secuela que
el personaje dica
algo como “¡Vive Dios Sancho! Daré cuenta de esos gigantes y
obtendré una magnífica cantidad de puntos de experiencia” me
avisa.
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"¡Tiremos inciativa, mi buen Sancho!" |
El
narrador prosigue hablando de lo mucho que podemos aprender durante
el juego y que “los invita a investigar sobre los fenómenos
paranormales que viven en sus aventuras”. De ninguna forma hay en
todos los juegos de rol presentes fenómenos paranormales y si
alguien tiene la idea de hacer psicofonías o cosas por el estilo, lo
hará porque quiera hacerlo y no porque en sus ratos libres juegue
D&D.
Ciertamente se
pueden aprender muchas cosas jugando rol, pero esto no siempre pasa.
Ahora, realmente me quede intrigada con en relación a que obtuvo
conocimientos de ebanistería el señor Arango.
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“Supongamos que esas ojotas le dan +5
a...no sé...algo.” |
“¿De dónde
vienen estos juegos? ¿Cómo se convierten los jugadores en seres de
otros mundos?”
El
pentagrama y la velas ahí prendidas, da ya de por sí una pésima
imagen del rol, su inclusión en ese momento en particular sólo
busca incentivar el amarillismo. Y además ¿no sé supone que eso
tendría que haber sido explicado antes? Ah no, cierto que se pasaron
todo el primer bloque hablando de como hizo Alonso Quijano para
levelear su paladin, de que
si jugas rol aprendes a detener el tiempo y a armar sillas.
Se ha
dicho mucho acerca de la influencia que el psicodrama ideado por
Levy-Moreno pudo haber tenido sobre los juegos de rol,
lamentablemente
explicar eso nos tomaría demasiado ahora, pero a diferencia de lo
que dice la psiquiatra Victoria Carraseal, no es el origen de los
juegos de rol, en todo caso es una influencia.
Carlos Ortíz
otro “jugador de rol” dice que “lo utilizarón en principio
las grandes corporaciones para someter a sus ejecutivos a simulacros
de stress,de crisis (…) para probarles su capacidad de decisión.”
¿Alguien
habló de los orígenes reales, de la influencia de los wargames, o
de las experiencias de Dave Arneson? ¿Alguien se acordó de este
señor?
“Algunas
corrientes de la psiquiatría han analizado estos juegos como una
forma de escape para la realidad que muchas veces no es gratificante,
otros afirman que esta práctica, puede ser terapéutica.”
Dígame señor narrador, ¿de
qué corrientes estamos hablando? Porque la psiquiatría tiene
especialidades y la psicología tiene corrientes (no es que no haya
psicológos que se especialicen en algo en particular), en todo
caso, se tratará profesionales que tienen esos pensamientos.
El
señor de los hombres-lobo, que ahora nos enteramos que se llama
“Miguel Arkangel” dice
que juega todos los días.
Independientemente
de por que motivo lo haga, si esto es cierto, más que un escape de la
realidad, él y sus amigos deben tener muchas horas libres o hacer
partidas muy cortas. Cuando
habla de “desfogar la violencia” a través de los juegos de rol
de una manera “sana”, me hace querer aclarar que en realidad, por
más enfrentamientos y monstruos dando vueltas, no hay mucha
violencia en una hoja y unos lápices que usas para anotar, descargar
tensiones, reírse y pasarla bien es otra cosa. Pero no creamos que
si alguien deja de jugar rol, no sabrá que hacer y empezará a romper
cosas.
En
cuanto a vencer
la tímidez, una cosa es dejar de ser tímido y otra cosa es volverse
más extrovertido con un grupo de gente con la que uno se siente
comóda y en una situación que le resulta agradable. De hecho hay
incontables actores que en su vida diaria son muy tímidos, como así
también hay jugadores de rol que se sienten incomódos al hablar en
público.
“El juego tiene
su lado oscuro. Algunos jovénes que se inician en los juegos de rol
han desarrollado una tendencia a vivir más la vida imaginaria de su
personaje que a asumir la vida real.”
¿Quiénes señor
narrador? ¿Nos puede dar un caso, fuentes, recortes de
períodico,diagnósticos, algo? ¿Nos puede asegurar que de ser así,
no estamos hablando de una persona que ya tenía un trastorno de
base? ¿O esta es otra clase de documental? Digo, la clase de
documental en la que no corroboran nada, no aportan fuentes
fidedignas y en la que gastan más tiempo dibujando pentagramas que
investigando.
Nos
dice Jorge Arango que hay masters que “se meten no con el personaje
sino con el jugador”. Todo lo que les puedo decir que es si están
en una mesa y el master o alguno de los jugadores los hace sentir
incomódos, los molesta y los trata mal, retírense. Hay mucha gente
amable y respetuosa que participa de este hobby, si
lo practicamos es porque queremos pasarla bien y no que un maleducado
nos haga pasar un mal rato.
Dejando de lado la
historia de los niños raptados que cuenta el supuesto master y que busca crear un clima sensacionalista, Miguel
Arkangel nos dice que no hay que jugar con alguien que simplemente
“se compró una caja del juego y empezó a jugar”. Y aquí,
querido público es cuando suenan todas las alarmas, si que no habían comenzado a chillar antes.
¿A
qué se refiere cuando habla
de una “caja”? ¿Por qué
simplemente no dice un “manual”? Puede que este hablando de algún
boxset pero no a todos los juegos de rol los
ofrecen así, tendría más sentido que dijera manual. Quizás esté
utilizando alguna terminología típica del lugar, o también es
posible que no sepa de que esta hablando. Esta última es una de las
teorías de quienes plantean que todos los participantes de este
documental no son más que actores guionados.
“Un master puede
influenciar a sus jugadores hasta el punto de hacerles creer que
tienen superpoderes y que son inmortales, indestructibles y no le
temen a nada.”
¿Usted
me quiere decir que por ser master ya tengo el poder de hacerle creer
a la gente lo que yo quiera siempre y cuando jueguen conmigo? Porque
si los puedo convencer de que poseen superpoderes, son inmortales
e indestructibles,
convencer al verdulero de que
me fíe la rúcula debe ser pan comido, y apenas estoy a una sesión
de D&D de conseguir que
mi tía pierda su fobia a las ranas. ¡Señor narrador es un usted un
genio, ha revolucionado la psicología, ha cambiado mi vida! A partir
de hoy, usaré mis poderes para el bien.
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"Estos aparatitos no me duran nada." |
Lo que
me gustaría preguntarle a la psiquiatra es que tan convencida esta
de que una persona puede substituir completamente el mundo real por
uno de su propia imaginación, sin tener ya de por sí un trastorno.
Les doy un ejemplo, la
licantropía clínica es una
forma de esquizofrenia en la cual el afectado cree poder
transformarse en un hombre-lobo o ser el mismo un lobo, no lo usa
como metáfora de nada, lo cree totalmente. Ahora, supongamos que
alguien sufre este trastorno, si está tan seguro de ser un
hombre-lobo ¿por qué querría juntarse a jugar un juego usando
hojas y lápices con gente que sólo juega a ser lo que el dice que
ya es? ¿Por qué pasar sus
noches debatiendo si tal regla esta bien o mal en lugar de aullarle
a la luna a sus anchas?
La obsesión de los jugadores que nombran
Fernando Plested y
Miguel Arkangel deja que pensar, o estaban frente a personas que ya
tenían algún problema de base o se lo están inventado. Por otra
parte, Miguel Arkangel en el bloque anterior juraba estar convencido
de ser un hombre-lobo...
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“La gente que
vive en casas de cristal no debería tirar piedras.” |
“¿Los
juegos de rol enseñan a lanzar hechizos e inducen a comportamientos
obsesivos?”
Señor narrador,
usted no me engaña. Le apuesto esta bolsa de monedas de oro que
estuvo hablando con
Jack Chick y
leyendo su obra.
*Mujer-loba
de la saga de Mundodisco.
Queridos lectores, en nuestra siguiente entrada daremos por concluido nuestro análisis, recuerden comentar, recomendarnos a sus amigos y nunca, nunca hacer como el señor Jorge Arango que sujeta una espada por el filo, sin importar que sea de utilería.